Si tu hijo es de los que suplican que el profesor ponga un examen fácil.
Y cree que hacer un examen es dar la vuelta a los enunciados y ponerse a escribir cuanto antes para no perder tiempo…
Le pasa lo que nos ha pasado a todos:
Nadie le ha explicado cómo hay que hacer un examen.
Y los sufre como todos los hemos sufrido (todos tenemos malos recuerdos de algunos exámenes).
Porque nadie le ha explicado (y seguramente a ti tampoco) que “saber hacer un examen” es una habilidad que combina 3 elementos.
Pero antes de decirte cuáles son esos 3 elementos, déjame contarte algo.
En el examen de mates de Selectividad (EvAU, EBAU, PAU o como leches se llame en tu comunidad…) la cagué y mucho.
Espera, ¿se puede decir que la cagué o queda mal? Bueno, ya lo he dicho, así que sigo.
Ese examen tenía el formato tradicional: te dan dos opciones A y B, eliges una y respondes a las preguntas de esa opción.
¿Qué hice? Elegir una de las dos opciones en el menor tiempo posible y empezar a responder las preguntas de esa opción a toda leche.
Me parecía una estrategia sin fisuras.
Pero como no había hecho lo que ahora sé que hay que hacer, ocurrió que…
Me atasqué en la primera pregunta y no saqué ningún resultado.
Fui a por otra pregunta… planteé el ejercicio, avancé unos cálculos… pero nada. Tampoco llegué a ninguna solución.
Mientras tanto, el tiempo corría (al doble de la velocidad normal claro). Y ahí estaba yo, intentando responder algo… pero ya era tarde.
Ya era tarde porque no vi venir que me estaba bloqueando y pasados 30 minutos de sufrimiento, de malestar en el estómago por los nervios y de sentirme tonto por no saber hacer nada (y eso que venía con nota de sobresaliente en mates)…
… entonces me planteé cambiar de opción.
Pero en ese estado de bloqueo ya todo da igual.
Supongo que sabes de lo que te hablo porque eso nos ha pasado a todos.
¿Qué hice mal?
Uff, la lista es larga. Te podría decir que no elegí bien la opción que más me convenía, no elegí bien en qué orden iba a contestar las preguntas, no gestioné bien emociones de impotencia, rabia, frustración…
Para mí un examen era llegar y escribir lo que me sabía, lo que había estudiado.
Pero no, un examen es muuucho más que eso.
Ya como profe, estuve años observando que a mis alumnos les pasaba lo mismo que a mí.
Te presento:
Los 7 errores o situaciones que le pueden estar pasando a tu hijo (y que seguramente te habrán pasado a ti también)
1️⃣ Pierde puntos por no saber gestionar el tiempo.
Se pone a responder sin tener en cuenta la duración del examen y no distribuye bien el tiempo disponible para cada pregunta.
Y al final se le echa el tiempo encima (lo típico que el profesor dice “quedan 5 minutos” y te pones a escribir a fuego).
Puede que al principio del examen haya empezado con calma porque “todavía queda mucho tiempo” y se haya entretenido más de la cuenta con preguntas en las que no ha llegado a ninguna solución… y ese tiempo perdido es el que luego echa de menos.
Este error está relacionado con el siguiente:
2️⃣ No tiene un plan para responder las preguntas en el orden que más le conviene. Tiene que empezar siempre por la pregunta que clava y que como se la sabe taaan bien tarda poco en responder.
Pero ojo, hay veces que nos dejamos llevar, nos fiamos de leer un enunciado, creemos que nos la sabemos… pero a veces no es así.
Y no hay nada peor (en cuanto a venirse abajo) que empezar un examen por una pregunta que crees que te sabes perfecta y después de unas líneas desinflarse y no saber seguir.
Insisto: es importante que elija bien la primera pregunta que va a responder.
3️⃣ No sabe gestionar la montaña rusa de emociones que es un examen.
Cuando no le sale un problema puede que arrastre esa sensación de derrota a la siguiente pregunta. Porque con la moral baja lo más normal es que tampoco le salga bien.
Es muy frecuente que al empezar con mal pie (lo típico que se atragantan los dos primeros ejercicios elegidos), cueste remontar el examen.
4️⃣ No tiene su propio paso a paso antes de un examen para comenzarlo con la máxima concentración, la mejor actitud y una energía elevada.
¿No sería mejor tener una rutina para los minutos previos que le permitan entrar a la prueba en el mejor estado de concentración y evitando contagiarse de los nervios de los demás?
5️⃣ Responde las preguntas a su manera, según lo que él cree que hay que poner.
No escribe lo que el profesor espera leer (y lo que es peor, no es por falta de estudio sino por no saber qué quieren los profesores).
Entonces pone cosas que no aportan nada. Pura paja que no da puntos.
7️⃣ Y por último, uno de los más frecuentes (y que tiene consecuencias negativas en cuanto a gestión del tiempo, nervios y bloqueos):
Pretender responder a todas las preguntas.
Sí, como lo oyes. Hay muchos casos en los que no conviene responder a todas las preguntas.
Responder a todo es el objetivo perfecto cuando vas a por el 10, pero si el objetivo es sacar un 5 o un 7, responder todas las preguntas puede ser una estrategia ruinosa.
Por eso conviene afrontar el examen con un objetivo concreto. Si no, de forma inconsciente se tiende a responder todo.
Ojo, no estoy diciendo que sea bueno dejar preguntas en blanco pero comprenderás que dedicar tiempo a una pregunta que no sabes es tirar minutos del examen a la basura (hay formas para conseguir unas décimas extra y de forma rápida en este tipo de preguntas).
Y con estos barros, estos lodos:
☢️ Está abonado al 4 como si tuviera una barrera mental que le impide aprobar a la primera (con el sobreesfuerzo que eso conlleva de prepararse la recuperación mientras los demás compañeros siguen avanzando temario).
Y cuando suspende (o no saca la nota que espera) pone excusas: “el examen era muy largo”…
En esto de echar balones fuera algunos estudiantes son unos expertos y les hago ver solo si se enfocan en lo que depende de ellos pueden hacerlo mejor la próxima vez.
☢️ Quizá aprueba justito con un 5 o 6 cuando tú sabes que podría hacerlo mucho mejor porque tiene capacidad para mucho más.
☢️ Se esfuerza y estudia mucho, pero las notas no reflejan su esfuerzo y se está desmotivando poco a poco…
☢️ O quizá cada vez estudia menos y se refugia en las redes sociales y en otras distracciones (porque estudiar para no sacar buenos resultados no es plato de buen gusto para nadie).
☢️ Te dice que ha suspendido por un fallo tonto que ha tenido. Es decir, se crea falsas esperanzas a sí mismo y no se da cuenta de que si no pone los medios en el próximo examen puede cometer otro “fallo tonto”.

Todo lo anterior le lleva a instalar creencias del tipo “no soy capaz de aprobar”, “no puedo con X asignatura” o “mates es imposible” …
… y le va a condicionar negativamente en los estudios (con las consecuencias que todos sabemos en el futuro).
¿Y sabes que es lo peor?
Que es normal porque…
Casi ningún profesor enseña cómo afrontar y cómo hacer un buen examen más allá de corregir en rojo los fallos
El proceso es que tu hijo estudia para el examen, lo hace y pasados unos días el profesor le da la nota.
Es posible que le deje ver la corrección del examen para que vea los fallos que ha tenido pero…
“Ok amigo profesor, ¿ahora qué quieres que haga con esta información? ¿Qué tal si me dices algo que me sirva de verdad para hacerlo mejor la próxima vez?”
Una habilidad que como te decía al principio tiene 3 elementos:
Conocimientos, estrategia y gestión emocional
Y basta con que falle uno de los 3 niveles para que las notas caigan.
De hecho, si falla el primer nivel (si tu hijo no estudia) no hay mucho más que hacer:
Los conocimientos son la base, el primer nivel (está clarinete que sin estudiar no se puede hacer mucho más).
Estudiar son los cimientos.
Y después de muuucho esfuerzo y muchas horas invertidas, los resultados no van de la mano.
Esto es cuando falla el segundo nivel.
O el tercero.
En mi libro “Dispara tus notas en Bachillerato” (un superventas que ya han leído más de 3500 estudiantes) explico la habilidad de “saber hacer exámenes”.
En el libro explico las 50 reglas para triunfar en el Juego de los Exámenes. Y tu hijo puede entrenarlas por su cuenta…
… pero he creado esta formación porque no es lo mismo leer un libro y apañártelas tu solo que entrenar de la mano del autor del libro para mejorar cada vez más la forma de hacer exámenes.
Por eso el libro tiene un precio y esta formación otro.
Y ojo que en el libro no me guardo nada, pero aquí subimos a otro nivel.
Perfecto.
El curso cubre las 4 fases de un examen

Y durante 4 semanas tu hijo tendrá acceso a unos vídeos en los que explico con detalle cada una de las 4 fases.
FASE 1: PREPARACIÓN
Y no me refiero a cómo estudiar, técnicas para memorizar ni nada de eso.
Hablo de una serie de pasos para entrar a un examen con la máxima concentración y la actitud de “voy a hacer un pedazo de examen increíble, vamosss”.
Hackear la mente.
Por ejemplo, antes de un examen no hay que dejarse llevar por el ambiente de histeria que a veces flota en el ambiente. Porque eso aumenta tus nervios. Es mejor respirar, estar en calma y visualizar tu objetivo para ese examen, entre otras cosas… que ayudan a entrar con la máxima concentración a un examen.
Mentalidad y técnicas para aumentar la concentración y evitar bloqueos.
Para entrar al examen con la máxima seguridad, confianza y energía.
FASE 2: LOS PRIMEROS MINUTOS DEL EXAMEN SON DECISIVOS

Los primeros minutos marcan el desarrollo del resto del examen.
Si veo a tu hijo en acción durante los primeros 15 minutos puedo estimar con bastante precisión la nota que va a sacar.
En esos primeros minutos es dónde hay que trazar el plan a seguir durante el resto del examen: establecer el orden en que vas a responder las preguntas.
Pero siguiendo un criterio lógico que hay que entrenar porque es sencillo de entender pero luego hay que practicarlo. No vale con decir “ah vale, ya sé lo hay que hacer”.
No.
Hay que hacerlo.
Y hay que hacerlo bien.
Aquí me encuentro estudiantes que creen aplicar bien la técnica del semáforo y lo que hacen es muy mejorable.
En esta fase una de las claves será elegir bien la pregunta por la que le conviene empezar para que el examen vaya de cara.
FASE 3: CÓMO HACER EXÁMENES DE 10
Respuestas sin paja, con el contenido que el profe quiere leer, con justificaciones… veremos todo esto.
Porque aprenderá cómo se corrige un examen de forma práctica y con ejemplos y podrá utilizar esa información a su favor
En esta fase también es importante la gestión mental y emocional de uno mismo. Hay que ser capaz de sobreponerse a los imprevistos:
Has entrado concentrado y motivado al examen… ¡no pierdas este estado! Y si las cosas se tuercen sabrá cómo recuperarlo.
Efectivamente, me refiero a control de nervios, angustia, ansiedad… emociones que no nos interesan en un examen pero que suelen aparecer y hay que aprender a gestionar.
FASE 4: EL SPRINT FINAL
¿Qué hay que hacer en los últimos minutos de un examen? ¿Repasar lo que has hecho o algo mejor? Lo veremos.
Y también distintas formas para conseguir décimas o puntos extra… y optimizar la nota.
Muy bien.
Como te he dicho más arriba el curso está formado por vídeos grabados (a a los que tienes acceso nada más comprar el curso) con los que tu hijo va a mejorar en cada una de las 4 fases que componen la habilidad de “saber hacer un examen”.
La ventaja de hacerlo así es que se podrá organizar para ver los vídeos cuando mejor le venga. Puede ser después a media tarde antes de ir a inglés, después de cenar o hacer un intensivo el sábado por la mañana.
Como la duración de los vídeos en cada fase es de unas 3-4 horas, mi consejo es que se programe en su horario cuándo va a ver los vídeos (y de paso que esto le ayude a mejorar su forma de organizarse).
Lo ideal es que cada semana se enfoque en una fase y vea los vídeos de esa fase.
Porque no quiero que sea un simple “mírate estos vídeos y ya”.
Eso sería lo fácil para mí.
Pero quiero que el curso sirva para que tu hijo dispare sus notas.
Por eso cada semana le enviaré tareas que me tendrá que devolver hechas y le daré feedback.
Podrá preguntarme cualquier duda por WhastApp (nada de formularios de contacto o foros en los que no hay buena comunicación). Vamos a aprovecharnos de la inmediatez del WhatsApp y de la facilidad de uso que tiene para enviar imágenes, audios, documentos..
… porque me encanta cuando me preguntan “oye Miguel, ¿cómo mejorarías este examen?”. Y entro con bisturí a analizarlo en detalle para proponerle cambios:
Sí, me encanta. Entrar a analizar un examen y ver posibles cambios para que habiendo estudiado lo mismo la nota sea mejor a través de tooodas las técnicas y herramientas que cuento en el curso es algo que de verdad me gusta (puedes llamarme friki y tendrás razón jajaja).
El caso es que…
Mejorará sus exámenes y disparará sus notas.
Aunque el curso está pensado para hacerse en 4 semanas, voy a ser flexible por si le pilla alguna semana complicada y necesita más tiempo.
Eso sí una vez que entre al curso tendrá 8 semanas como máximo para realizar el curso y las tareas correspondientes a las 4 fases.
Esto es así porque quiero que tu hijo entre cuando esté preparado y entonces nos pondremos manos a la obra. Si necesita una necesita “libre” para centrarse en otra cosa no hay problema.
Si lo quiere hacer en modo intensivo, que cada semana vea los vídeos y haga la tarea que le propondré. Si lo quiere hacer de forma más relajada puede ver los vídeos una semana y a la siguiente hacer la tarea.
Importante:
Esto no es un curso de matemáticas, pero casi todos los conceptos los explicaré para la asignatura de matemáticas.
Lo hago así porque matemáticas es la única asignatura que tienen todos y que me permite poner los mejores ejemplos para que entiendan los contenidos. Por supuesto, hay técnicas y estrategias que son específicas de asignaturas como mates, física o química, y otras son más generales y se pueden aplicar a cualquier asignatura.
En resumen:
El curso se compone de una serie de vídeos grabados que explican con detalle y con ejemplos las 4 fases de que se compone la habilidad de “saber hacer exámenes” y seguimiento individual.
Podrá ver los vídeos en el horario que más le convenga, adaptándose a sus otras actividades extraescolares y sus horas de estudio.
Y yo le haré el seguimiento de sus avances, le corregiré las tareas que le propongo y me podrá preguntar todas las dudas que tenga.
Sin duda el mejor formato para que tu hijo siga el curso sin problemas y dispare sus notas en los exámenes.
Ganará para siempre la habilidad de “saber hacer un examen” y la aprovechará de ahora en adelante: en Bachillerato, en Selectividad, en la uni y en otras formaciones que le evalúen con exámenes.

Y además se llevará motivación, mentalidad de acero, autoconocimiento y habilidades sociales complejas como empatía, capacidad de reconocer errores, aumento de la responsabilidad y más inteligencia emocional.
Porque cuando tu hijo vaya mejorando las notas, dejará atrás cualquier limitación que tenga en los estudios de “no puedo con…”, “no soy capaz de…” y toda esa basurilla mental.
Sentirse capaz es una de las mejores sensaciones que podemos tener.
Perfecto.
Entonces…
¿Cuánto cuesta ‘Hackea los Exámenes’?
Voy a intentar ser breve porque no quiero estar dando vueltas al tiempo y dinero que yo he invertido en formarme (aunque sean miles de euros y varios cientos de horas).
Tampoco al valor que tiene que alguien que ha estudiado Ingeniería Industrial + master en Formación del Profesorado + Master Practitioner en Programación Neurolingüística y que lleva 15 años enseñando mates, física y química a estudiantes de ESO y Bachillerato pueda compartir con tu hijo todo lo que ha aprendido.
Ni tampoco al hecho de haber escrito un libro superventas que ha llegado a estar el 9º más vendido de Amazon global…
Porque lo más importante es que con este curso tu hijo va a disparar sus notas en los exámenes.
Por eso el precio del curso podría ser cientos de euros:
Si el curso sirve para que pueda entrar en una universidad de tu ciudad y te ahorras los gastos de mandarlo a estudiar fuera o te ahorras el dineral de una universidad privada, este curso será una inversión muy rentable ✔️
Pero vamos a un caso más “modesto” en el que el curso “solo” le sirve para para pasar de un 4 a un 5 en una asignatura de 6 créditos de la universidad. Eso supone unos 124€ de ahorro por no pagar la segunda matrícula (el ahorro se dispara a 410€ si suspende por 2ª vez).
Y esto solo en una asignatura.
Pero el precio no va a ser cientos de euros…
Lo quiero poner fácil:
Solo hay 20 plazas disponibles porque es el nº de alumnos al que puedo hacer seguimiento individualizado.
Al hacer clic en el botón de abajo avanzas a una pasarela de pago para hacer la compra con tarjeta (si al hacer el pago no te deja es porque el cupo está completo y tendrás que esperar a que vuelva a abrir inscripciones):
El precio de 197€ es válido para las 20 plazas. La próxima vez que abra el curso no sé si mantendré el precio o lo subiré.
Lo que si sé es que una vez que estén completas no se podrá entrar hasta nueva orden.
Y hasta aquí puedo leer.
Un abrazo,
Miguel Cobos.
PD: Si tienes cualquier duda, puedes preguntarme por WhatsApp:
PD2: ¡Se me olvidaba algo muy importante!
BONUS
Una sesión grupal de entrenamiento (en directo) al mes… ¡hasta el final de curso!
Una clase al mes hasta final de curso…
… que en realidad es 3×1 porque tendrá dos partes.
1️⃣ La primera parte la dedicaremos a resolver algunas dudas importantes que hayan surgido en el seguimiento individual.
Porque es muy posible que un compañero plantee alguna situación o duda que a tu hijo se le haya pasado por alto y que tampoco lo tiene claro.
Dudas importantes que conviene que todos tengan 100% resueltas.
También quiero que compartan sus avances.
Se trata de aprovechar la fuerza del grupo y que tu hijo pueda aprender de las dudas y los avances de los compañeros.
2️⃣ La segunda parte la dedicaremos a entrenar alguna técnica del curso de manera específica:
✔️ Redacción de respuestas (titular impactante, guion causas-hechos-consecuencias…).
✔️ Técnica del semáforo.
✔️ Establecer anclajes (para conectar con estados de seguridad, confianza, motivación…).
✔️ Optimización de respuestas.
Entre otras.
Bien.
Y en la tercera parte de estas clases mensuales…
3️⃣ La apisonadora de problemas.
Una apisonadora es una máquina pesada que avanza compactando y aplastando todo lo que encuentra a su paso.
¿Y que tiene que ver esto con los exámenes?
Sencillo: le voy a desvelar mi método aplasta-problemas.
Te cuento.

¿Te imaginas a tu hijo resolviendo problemas en modo apisonadora sin que nada le pare?
Detrás de esto lo único que suele haber es ruido mental.
Una voz interior que les dice que “es difícil”, “que el profe se ha pasado poniendo ese problema”, “no soy capaz”…
Y con ese diálogo interno no se llega muy lejos.
En muchas clases me preguntan cómo se hace un problema. Y se creen que los hago de memoria o porque soy muy listo.
Y no funciona así.
Cuando lo hago no sé cómo va a salir y no pienso cómo hay que hacer el problema intentando trazar todos los pasos en mi cabeza antes de plasmarlos en un papel.
No.
Simplemente avanzo.
Siguiendo una forma de pensar determinada.
Alguno quizá lo llame “método”.
Llámalo como quieras. Pero la clave es que avanzo con el convencimiento absoluto de que lo voy a resolver.
Sin ruido mental.
Quiero que aprenda a reconocer y silenciar ese diálogo para centrarse solo en lo que le va a ayudar a resolver el problema:
Empezar.
Y seguir con pequeños pasos, pensando lo mínimo posible y escribiendo lo máximo posible (esto lo entenderá tu hijo una vez que vea esta forma de resolver problemas).
Una forma de aplastar los ejercicios que practicaremos todos los meses.
Cambiará su mentalidad y su forma de afrontar problemas.
Ya estás viendo que van a ser clases muy dinámicas y se nos pasarán volando las 3 horas.
Será en domingo por la tarde (de 17.30 a 20:30h) para que no coincida con extraescolares ni con otras actividades.
El precio de una de estas clases es de 60€. Pero con Hackea los Exámenes tienes incluida una clase como esta, TODOS LOS MESES, sin pagar ni un euro más.